miércoles, 26 de diciembre de 2012

PLATA

Este relato se escribió con tinta negra sobre unos folios rojos y enrollados en un turulo con un lazo de raso negro fue el regalo de cumpleaños de una persona muy especial.

Se que lo leerás asique solo decirte gracias.

PLATA

Estaba dando una vuelta por una red social y en la primera página me apareció un muchacho un tal Plata, llevaba un sombrero de esos que me gustan tanto y sentí que debía entrar a leer su perfil, y mi intuición no me falló, leí el perfil y supe que él era un tío interesante, sin pensármelo dos veces le escribí solo una frase “interesante perfil, que tal????” si era como yo contestaría, y así fue, pronto estábamos charlando y enseguida surgió el buen rollo, primero conversaciones interesantes sobre la vida, poco a poco nos fuimos desnudando y enseñado las cartas que llevábamos,ambos éramos parecidos, pensábamos igual, veíamos la vida de igual modo y sentíamos de la misma forma, eso nos hacía sentirnos atraídos el uno por el otro.



En varias ocasiones habíamos hablado de vernos, pero tus horarios lo hacían bastante difícil, era viernes estaba en la oficina, habíamos hablado sobre la posibilidad de quedar el domingo por la noche pero de nuevo se veía frustrada por tu trabajo, nos enzarzamos un poco por ello, pero había algo en ti que me ponía tanto que no quería discutir contigo, solo quería que me besaras.



La conversación se relajó y volvió al camino inicial, volvió a potenciar el deseo que nos teníamos el uno al otro, estábamos trabajando nos deseábamos, estábamos excitados sin poder centrarnos en lo que hacíamos, sentíamos lo mismo, había una conexión que nos impedía volver a nuestros quehaceres, pero lo que no sabíamos era que ese estado solo acababa de empezar,me dijiste que esta semana era tu cumpleaños y como no podía ser de otro modo mi imaginación voló pensando que mi regalo sería precisamente este relato, enseguida supe que tenías whatasapp y transladamos el juego al teléfono y ese juego se nos fue de las manos, transpasó todas las barreras, yo tenía un curso, tu llegaste a casa pero no podíamos dejar de escribir cuanto nos deseábamos, en cada mensajes sentía lo dura que estaba tu polla, mi cuerpo reaccionaba a cada palabra tuya de forma instintiva, como si se hubiera escapado al control de mi cabeza, en el descanso te llamé, tu voz, tus palabras transmitían ansiedad, deseo, eso me volvía loca, me moría de ganas de meter la mano dentro de mi vaquero para describirte con palabras lo que yo sabía que pasaba ahí dentro, pero estaba en medio del campus con un frío increíble, no podía, eso lo hacía más excitante,tu lo habías hecho sin mí, el deseo te había vencido, y yo quería hacerlo contigo, “espera a que llegue a casa” te dije casi sin aliento, hagámoslo juntos. La segunda parte del curso no me enteré de nada, solo estaba con los mensajes y con mi cabeza deseando de llegar a casa, para poder escucharte, con mi cabeza puesta única y exclusivamente en nuestra cita del domingo, en todas las cosas que quería hacer, en como te quería mimar, en como te quería hacer disfrutar. Salí pronto del curso y vine para casa sin dejar de pensar ni un segundo en ti, mi cuerpo llevaba todo el día deseándote, no veía el momento de poder hacer que mis dedos se apoderasen de tanto deseo, para incrementar la ansiedad, como no, tuve un percance con el coche, te escribí pidiéndote que me esperaras, llegué a casa muerta de frío, me desnudé, puse las manos en el radiador por que no las sentía del frío que hacía y me tiré encima de la cama “ya estoy en casa”, eso abrió la caja de Pandora nos teníamos tantas ganas, tras varios mensajes en los que nuestros corazonespalpitaban a mil, y mientras aún no estabas solo para poder hablar a gusto yo empecé a jugar con el vibrador y te mandé un audio de cómo estaba, pidiéndote que no lo escuchases hasta la mañana siguiente. Al final pudimos hablar te encerraste en tu cuarto, estabas excitadísimo, sentía tu respiración en mi oído,tus palabras y mis gemidos se fundieron, habían pasado solo unos minutos pero llevábamos calientes todo el día un solo roce de nuestros cuerpos habría hecho que tocásemos el cielo, no podía ser pero aún así lo sentimos, juntos de la mano llegamos al éxtasis corriéndonos al mismo tiempo, había sido muy muy excitante, mientras el corazón volvía a su ritmo normal nos despedimos rápidamente, ya llegabas tarde.



Sábado por la mañana, me desperté aún caliente por como se había sucedido el día anterior, recordé que la última vez que había tenido sexo no había encontrado el lubricante, no sabía donde lo había dejado y pensé que no quería que contigo pasase igual, así que ya que tenía que salir a comprar para preparar la comida aproveché y me pasé por el sexshop, era excitante estar allí sabiendo que al día siguiente te tendría entre mis manos,por lo que mi imaginación volaba, además del lubricante compré un juguete nuevo, y quería algo para disfrutar contigo, y ya que mi intención era hacerte disfrutar de un masaje excitante creí que unas velas de aceite para que pusieran el toque de calor al masaje estarían bien, me costó elegir el olor,porque el aceite era de fresa y la vela tenía que cuadrar con ese olor a frutas para no desentonar. Era tremendamente excitante dejar volar mis pensamientos rodeada de juguetes, de pollas enormes, de plug-in, de esposas y fustas, lo que yo en realidad deseaba era a ti, contraía mi vagina porque tenía la sensación de todo el mundo se daba cuenta de lo excitada que estaba, salí de allí con mi compra y fui a comprar la comida, bueno el menú lo tenía claro, pero te gustaba el dulce, unas trufas de marihuana estarían bien, pero de repente pase por la fruta y el olor a fresas me embaucó, ese olor ácido y dulce….cogí dos bandejitas y un bote de nata, sería divertido, y feliz por las compras realizadas volví a casa.



Y comencé a escribir este relato, me apetecía mucho que éste fuera tu regalo, un escrito paralelo de cómo imaginaba que podría ser antes de que pasara, o sin que pasara, porque contigo los planes siempre estaban en el aire,y algo me decía dentro de mi que el encuentro no se daría.



Era domingo, me levanté temprano, aunque no demasiado, quería recoger un poco la casa y disfrutar de la emoción de saber que el momento se acercaba, lo primero que hice fue preparar la carne para meterla al horno así cuando fuera a recogerte podría apagarla y no tendríamos que estar pendientes de ello hasta que quisiéramos comer, que no tenía muy claro si sería las 2 a las 3 o a las 6 de la tarde…. Tras eso recogí un poco la casa, dejé a mano en la mesilla el aceite la vela de masaje y coloqué por la habitación las velas que pensaba encender, en eso estaba cuando sonó un mensaje en el tlf, “ya me he levantado me doy un ducha y eso y cuando quieras…” era la una y media, “me ducho y salgo para allá” te contesté, el corazón latía a mil, apagué el horno y me metí en la ducha, no me lo creía,había estado preparando todo pero con la certeza en mi interior de que se cancelaría el plan (supongo que es un sistema de autodefensa) pero no, esta vez no se jodería, me enjaboné entera y cogí la cuchilla, que seguía lentamente el paso de mis dedos, quería que mi rasurado fuera perfecto, mis dedos apartaban mis labios para dejarla pasar, sentí como se deslizaba suavemente apartando el jabón y dejando trás de sí una piel limpia suave, muy placentera al tacto. Salí me sequé, no sabía que iba a ponerme, solo tenía clara la ropa interior, un conjunto de encaje negro con bordados rosas, elegí unos legins morados, unas mangas moradas, un vestido negro y dos coletas, pasé de maquillarme me podíanlas ganas de verte, me monté en el coche y te escribí un whatsapp “ya salgo para allá, te hago una perdida cuando esté llegando para que bajes”.



Llegué a la puerta de tu casa y te llamé, no había querido llamar antes prefería estar allí cuando bajases, tenía un nudo en el estomago, que pasaba?? era tan mágica la excitación como para sentirme como una quinceañera???? Le espero en el coche??? Quizás sea un poco raro eso de saludarse dentro del coche!! Todas esas preguntas bombardeaban mi cabeza, puse las luces de emergencia, me bajé y me apoyé en la puerta del copiloto mientras te esperaba, la puerta del portal se abrió y saliste con una enorme sonrisa, y esas barbas….buenos días sr trivago te dije mientras llegabas a mi altura, tu mano se puso en mi cintura mientras la otra agarraba mi cara, sin dejar de sonreír te acercaste apretaste un poco mis mofletes y pegaste tus labios a los míos, un beso divertido, reímos y subimos al coche.

Una vez sentados en el coche nos miramos, “jodío que caro te vendes ehh, te ha costado”, jajajajajaa, y agarré tu camiseta para traerte hacía mi y poder besarte… “pufff será mejor que nos vayamos” , y salimos para mi casa.



Los 15 minutos de viaje trascurrieron entre charlas, risas cómplices y alguna que otra caricia, disimulábamos pero los dos íbamos como motos, llegamos a casa entramos y subí las escaleras corriendo no quería que me pillaras por las escaleras, reíste y subiste detrás, me agarraste por detrás mientras abría la puerta, sentí tu barba rozarme la cara muy cerca de mi oído, me paralicé,ufffff un simple roce tuyo era capaz de paralizarme, una oleada de sensaciones recorrió mi cuerpo, a duras penas abrí la puerta, una pequeña bofetada de calor salió a nuestro encuentro, tus manos me empujaron contra la pared, el bolso cayó al suelo,” tenías ganas de tenerme aquí he zorra, pues aquí estoy” dijiste mientras una de tus manos apretaba una de mis tetas y la otra me levantaba el vestido, sentía tu polla frotarse con mi culo, por un instante esas palabras me dejaron fuera de juego, te diste cuenta, te acercaste sonreíste y me besaste la mejilla, era una forma de decirme pequeña forma parte del juego y yo volví a relajarme, “tu zorra hace días que tenía ganas de que la hicieras tuya, a que esperas?”desabrochaste tus vaqueros y te pusiste un condón yo me deshice de mis legins, tiraste del escote y sacaste mis tetas por encima, quedaban contra la pared, estaba fría, pero el contraste de temperaturas era excitante, los pezones estaban duros, abriste mis piernas y metiste tus dedos, estaba empapada, los sacaste y los llevaste a mi boca, tu mano sujetaba mi pelo, mientras chupaba tus dedos que sabían a mi, me la metiste de una embestida estaba empapada entro sin problemas, “diossss como estas niña”, “ llevo esperándote dos semanas que esperabas???” tus embestidas eran violentas salvajes, me encantaban estaba cachondísima, hablabas pero no te entendía pero no importaba solo quería que no parases nunca, la sacaste me diste la vuelta levantaste una pierna y volviste a penetrarme mientras mordías un pezón. Vamos al sofá “quiero follarte” te dije, te aparté y tiré de ti,llegamos al sofá, te besé mordiendo tus labios y te empujé para que te sentaras, mis piernas se acomodaron a ambos lados de tu piernas y agarrando firmemente tu polla me senté lentamente sobre ella, con mi mirada fija en tus ojos mientras mordía mis labios y agarraba mis tetas, tus ojos se entrecerraban, eso significaba que te gustaba, una vez llena de ti comencé a hacer círculos con mis caderas, mientras te besaba, no eran besos tiernos, no había nada de ternura solo una tremenda desazón mezclada con lujuria, estiré mi espalda y comencé a cabalgar sobre ti, me penetraba cada vez mas fuerte, botaba sobre ti, mis tetas se movían de un lado a otro a pocos centímetros de tu cara, tus manos las agarraron fuerte, las apretaban como si quisieras explotarlas, dolía pero el dolor era placentero, yo estaba desatada botaba como una loca mientras de mi boca solo podían salir gemidos, tus manos agarraron mi culo para marcar el ritmo que querías, me dejé llevar, nos dejamos llevar, nada importaba, era sexo, queríamos llenarnos el uno del otro, los gemidos de ambos se unían para ser uno solo, sabía que te ibas a correr, contraje mi vagina para hacerte mas presión y el placer se adueño de la expresión de tu cara, estabas a punto de correrte, sentí como tus uñas se clavaban en mis carnes, ahí estaba,explotaste, yo me moví lentamente para que saliera hasta la última gota, resoplaste y una sonrisa fue lo único que salió de tu boca, sin salir de ti, te dije “hola soy sandra y tu???” reímos juntos, acabábamos de follar sin apenas habernos dirigido la palabra, estábamos locos.



Me quité de encima y fuiste al baño, puse el horno, traje un par de cervezas y unas aceitunas y me hice un porrito de maría, te sentaste al lado y reímos, teníamos tantas ganas el uno del otro que no habíamos podido esperar,bromeamos con ello, charlamos sobre mil y unas cosas mientras se terminaba de hacer la comida y comíamos, cayeron una botellita de vino blanco bien frío y varios porritos más, después de comer y estando ambos en el sofá tumbados, está vez ya con una ternura que no había aparecido hasta ese momento me miraste con cara de niño travieso “me prometiste un masaje no??? Donde esta??” “lo quieres??”“claro para eso he venido”, “ah sí, solo por eso?” “solo no, pero en gran parte si”, ajajajaja “serás capullo, está bien, voy a prepararlo ok, no te duermas que tardo 5 minutos, hazte un porrito anda” fui a la habitación bajé la persiana, puse el aire calentito, encendí una pequeña lámpara, las 3 velas, y volví al salón a fumar mientras que la habitación cogía temperatura. Acabamos el peta agarré tu mano y te llevé a la habitación, te pedí que te desnudaras te acercaste a besarme pero no te dejé, no no ahora me toca a mi, ahora fui yo quien sonrió de forma pícara, tumbaté boca abajo, reíste pero obedeciste, tu cabeza estaba girada mirándome, me desnudé mientras me observabas, era la primera vez que me veías desnuda, cogí el aceite de la mesilla vaporicé sobre mis manos, las froté y te las acerqué para que recibieras su olor a fresa,mmm fue lo único que atinaste a decir, vaporicé sobre tu espalda, me senté ahorcajadas un poco debajo de tu culo, para poder tener capacidad de movimiento,mis manos esparcieron el aceite desde tu cuello hacia tus hombros para bajar por tus brazos, repitiendo varias veces la operación, volví a pulverizar sobre tu columna, mis manos comenzaron a masajear toda tu espalda, bajaban firmemente hasta tu cintura y subían mientras sentía en cada dedo tus vértebras para llegar a tu cuello, me inclinada y hacía que mis pechos acariciasen tu espalda, cogí la vela de masaje que ya estaba fundida, metí el dedo para asegurarme de que no te quemaría y deje caer y un hilo fino de aceite por toda tu columna hasta llegar a tu coxis donde permití que se hiciese un charquito, mis nudillos suavemente esparcían ese aceite caliente, que te había hecho reaccionar al sentir su calor sobre tu cuerpo, yo sonreía, me encantaba verte reaccionar, mis manos planas acariciaban tu espalda me desplacé un poco hacia abajo para tenermas espacio y mis pulgares esparcieron el charquito sobre tu culo, masajeando, apretando de forma cálida, dulce pero firme, pasé a masajear tus pies, apretando tus dedos, y el centro de las plantas, me coloqué entre tus piernas,las tuve que abrir un poco más, para poder tener hueco…me encantaba la vista,subí por tus piernas hasta llegar a tus ingles, empapadas en aceite, mis manos acariciaban tus muslos acercándose a tu culito, los pulgares acariciaban las ingles y hacían leves y breves caricias a tus testículos que asomaban entre tus piernas, mientras masajeaba tu culo acariciaba tu ano, caricias inocentes pero que me excitaban enormemente. Tras media hora de caricias….



“Nene te das la vuelta o te has quedado dormido?” Te diste la vuelta, estabas relajado, “quieres que siga?” Afirmaste con un movimiento de cabeza y una sonrisa, me senté sobre tus muslo y repetí la operación, empezando por el cuello, seguí por los hombros, el aceite caliente cayó sobre tus pezones, creo que esta vez estaba más caliente, pero no te fue desagradable, estiraba mi cuerpo y ya eran mis grandes tetas las que masajeaban tu torso, tu polla estaba dura la sentía rozar sobre mi monte de Venus, te morías de ganas de que la agarrase pero no iba a hacerlo, no aún, solo recibiría caricias accidentales hasta que no pudieses más, me bajé un poco más para tener acceso a tus muslos y comencé a masajearlos, mis manos pasaban de los muslos para subir por tu pecho a los pezones mientras de mis tetas acariciaban tu polla de forma desinteresada, es lo que tenía tenerlas tan grandes, sentía como se movía como parecía que tenía vida propia, y entreleía en tus labios, en tu sonrisa, un “que hija de puta eres”, pero callabas no pedías más de lo que te daba, mis manos acariciaban tus testículos,no tenía claro que hacer si seguir mi masaje en tu polla o si metérmela directamente en la boca, mientras dudaba mis manos no dejaban de tocarte, te miré, me encantabas, tenía tantas ganas de hacerte disfrutar…que saqué mi lengua y recorrí toda tu polla lentamente humedeciéndola, tus ojos seguían cerrados, mis manos agarraron tu polla, mi lengua volvió a recorrerla pero esta vez se paró en su corona, y la recorrió despacito, dulcemente mientras te miraba y tu por fin abrías lo ojos para mirarme, mis labios rodearon tu puntita y lentamente succionando tu polla fue desapareciendo dentro de mi boca mientras mi mano te masturbaba con un ritmo constante…yo intentaba penetrarme lo máximo posible, te escuchaba resoplar, estabas encantado, era la mejor forma de salir del relajo de un masaje, una de mis manos masturbaba tu polla, la otra masajeaba tus testículos y yo no pude evitar la tentación de meterlos en mi boca, de pasar mi lengua por la piel que había entre ambos, mientras apretaba tu polla con mi mano…estiré mis piernas y me tumbé entre tus piernas, bajé mi lengua más abajo empapando el perineo, mi lengua vibraba en él y de allí paso a tu ano, lo mojó y mi lengua se tensó para penetrártelo despacito pero firmemente, en varias ocasiones, mi manos estaban lubricadas del aceite, y mientras mi lengua vibraba en el perineo y mi boca lo devoraba mi dedo se abrió paso en ti, dijiste que tendría que ganármelo y allí estaba con tu permiso, asíque supongo que no lo había hecho tan mal, sonreí al recibir ese pensamiento.Mi boca volvió a tu polla, mientras mi dedo te penetraba, no me atrevía a meter uno más, estaba muy cachonda, de mi boca salían gemidos de excitación, tus manos acariciaban mi cabeza, no voy a poder más, agarraste tu polla con la mano y te empezaste a masturbar mientras me pedías que no parase con mi ritmo en tu culo, metí otro dedo, “donde la quieres?? Pídemela” me dijiste… “estas tetas son tuyas, y ellas son las que la quieren” te dije mientras con la mano que me sobraba apretaba una de ellas, sentí como tu cuerpo se tensaba como los gemidos salían de tu boca y en ese momento saqué los dos dedos, te sacudiste como si estuvieses poseído y me llenaste, me salpicaste hasta la cara, cogiste aire y me limpiaste la cara con tus dedos, “perdóname tía”, decías mientras nos descojonábamos de risa, “que zorra eres”, decías mientras me besabas de una forma muy divertida. Tus manos fueron a mi chochito… “mmmm estas empapada mi niña, es tu hora no crees??”,me tumbaste en la cama a tu lado, nuestras bocas se fundieron en un beso tierno, te incorporaste sobre mi, tu mano abrió mis piernas y comenzó a acariciarme mientras me besabas, tus dedos acariciaban mis labios, se abrían paso entre ellos, estaba mojada, tu dedos entraban sin problemas mientras tu otra mano apretaba un pezón, que estaba erizado, tu boca bajó hasta mis tetas, tu cuerpo se colocó entre mis piernas, tus manos apretaban mis tetas mientras te las comías con ansia, tu barba me hacía cosquillas en mi barriga, fuiste bajando hasta llegar a mi coñito, sentí tu aliento y ese calor me encantó, tu lengua saludó con un roce a mi clítoris, me estremecí, en ese segundo sentí como se abrían ante mi las puertas del cielo, ese que tantas veces me prometiste que tocaría, tu lengua empezó a vibrar sobre mi clítoris, estaba muy excitada, tus dedos entraban y salían de mi coño,llevaba tanto rato excitada que sabía que no duraría mucho, sentí como uno de tus dedos salía de mi coño para acariciar mi ano, colándose poco a poco dentro,el placer era inmenso, sentía como mi cuerpo se contraía y se descontaría, mi culo se acostumbró y comenzaste a penetrarme con fuerza, sentía como ambos dedos se juntaban separándoles tan solo la pared de mi vagina, los sentía juntos, tu boca seguía succionando y vibrando sobre mi clítoris, yo gemía como una loca, estaba desatada, fuera de mi, no podía pensar solo sentir, sentir ese placer que tanto me habías hecho desear y que por fin tenía allí entre mis piernas, agarré tu pelo mientras un grito desgarrador salía de mis entrañas. Mi cuerpo se sacudió en dos espasmos y cayó muerto sobre la cama, intentando llevar de forma dificultosa el aire a sus pulmones como si de una loba herida se tratase, me sentía mareada, había sido muy intenso, había sido como desbocar un caballo que llevaba demasiado tiempo atado. “Eh pequeña que te pasa??” “calla no me bajes del cielo te besé, “ha sido genial, tenías razón, y lo he tocado”, “aún tenemos algo pendiente” dijiste, “ah si???Tenemos muchas, se me ocurren miles, jaja, pero a cual te refieres??” “a ver sácame esos juguetes que me decías, quiero verte”, saqué el vibrador de la mesilla, me senté delante de ti y puse una primera velocidad al estimulador del clítoris, te estuve enseñando como iba, y contándote que utilizaba solo el estimulador externo porque yo pocas veces había sido capaz de correrme con la penetración, tenía el clítoris muy sensible no podía darle más velocidad a eso, porque me dolía, “sr trivago no quiero tener esto dentro estando usted aquí” lo saqué lo dejé a un lado y te invité a acerarte, mis piernas pasaron sobre las tuyas, mis manos rodearon tu cuello mientras tu mano dirigía tu polla, hasta mi labios, los repasaba arriba y abajo y estos se abrieron para invitarle a pasar lentamente, nuestros cuerpos se juntaron, nuestras manos rodearon nuestras espaldas, nuestras bocas se fundían,, me acerqué a tu oído, “es hora de dejar de ser tu zorra, para ser tu princesa”, la habitación dejó de oler a lujuria y deseo, se tornó mucho más cálida, los besos eran cariñosos, las manos ya no arañaban, ya no apretaban, solo acariciaban nuestros cuerpos, mientras nos fundíamos en un vaivén, nuestras caderas se fundían en baile lento pero profundo, penetrándome cada vez mas duro, ahogando mis gemidos en tu boca, tu mano comenzó a masturbar mi clítoris, “mi niño” te decía con mi voz entrecortada “quiero que lo hagamos a la vez”, de un movimiento me tumbaste en la cama, subiste una piernaso bre tu hombro mientras me penetrabas de rodillas y tu mano masturbaba duramente mi clítoris, el ritmo era cada vez más intenso, había costado pero estábamos juntos haciendo el amor, nos miramos a los ojos y sin separar la mirada un solo segundo nos corrimos como dos salvajes, observando cada gesto de placer del otro, como guardando esa imagen en la retina para poder retenerla para siempre, con tu polla dentro te tumbaste sobre mí, mientras te acariciaba el pelo, tus manos acariciaban mi cara, “diossss y yo curró esta noche” “puff que pereza tío” “son las 8,30 casi deberíamos ponernos en marcha”, “si vamos”,nos dimos una ducha rápida y salimos dirección Madrid.



Llegamos a la puerta del bar,paré el coche un momentito para que te bajaras, “aparca y te tomas algo”, “no no” te dije “creo que por hoy ha sido suficiente”, nos besamos, ese beso de no querer despedirnos, mi mano acarició tu polla por encima del vaquero….”mmmm me la llevaría para casa, pero me temo que no puede ser”, reímos y bajaste del coche, te observé mientras te alejabas, estaba segura de que íbamos a ser muy buenos amigos y porque no, podríamos repetir de vez en cuando un tarde comoaquella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario