miércoles, 26 de diciembre de 2012

AQUÍ MANDO YO

El relato de hoy, es el primer relato que escribí y por ello le guardo un gran cariño.

Espero q disfruteis con mis locuras.


AQUÍ MANDO YO




El teléfono sonó, ¿Dónde estáis? decía la voz al otro lado, con rápidas indicaciones encontraron el bar en el que nos encontrábamos, nos saludamos con palabras no demasiado cariñosas como siempre no sin antes echarle un vistazo a mi escote, siempre he pensado que mientras miran el escote no miran a otro lado y ese día funcionó, el amor odio hacía presencia en las últimas semanas entre nosotros.

Pedimos algo de beber y como es de esperar con tanta gente enseguida se hacen grupitos él y otro amigo se quedaron charlando conmigo, bueno charlando es un decir mas que nada era una lucha entre el sexo femenino (yo) y el masculino (ellos dos), era el típico tira y afloja que hace que se hagan apuestas de índole sexual que todos sabemos que nunca se van a cumplir, los puñales volaban y esa lucha por la supremacía excita a cualquier persona que siempre quiere ganar, que en este caso éramos el y yo.

Entre lucha y lucha iban cayendo las copas. La lucha se iba convirtiendo en una declaración de cariño y de amistad que conllevaba abrazos varios, mis pechos se aprisionaban contra el suyo, de verdad sentía cariño por aquel niño que ya se había convertido en un hombre y me sacaba dos cabezas.

La gente desapareció del bar yo me quede pidiendo una copa de repente alguien se acercó por detrás me abrazó, me sobresalté pero enseguida reconocí sus manos, era él, se apoderó de mi oreja, la mordió, la lamió, un escalofrío recorrió mi espalda, mi estomago, hasta llegar a mi vagina que reaccionó al estimulo poniéndose alerta.

Sin darle importancia me gire y le dije no empieces algo que no vas a poder terminar (menos mal que mi voz de tía dura eliminó el temblor de mis piernas tras la caricia), sin mas cogí mi copa y me uní al resto de amigos, él hizo lo mismo.

Pasamos toda la noche juntos, a pesar de estar con otra gente siempre acabábamos abrazándonos y diciendo cuan amigos éramos, en realidad esa noche estaba sirviendo para conocernos mucho más, pero entre esos abrazos y esas conversaciones de amigos, había indirectas, miradas de complicidad y de deseo, yo tenía sentimientos contradictorios, de repente le abrazaba como si fuese mi hermano y de repente me sentía tan excitada que le comería a besos, el sentimiento era mutuo las miradas y aproximaciones más apasionadas se convertían en el último momento en tiernos abrazos y los abrazos se acaban convirtiendo en lametones o besos poco castos en la comisura de los labios.

Entre abrazos besos y confesiones iba transcurriendo la noche, yo me convencía a mi misma en no dar un paso adelante, pocos días antes habíamos hablado sobre nuestro anterior encuentro y fue poco más que una orden mía acatada por su parte una noche de borrachera y no quería que si se volviese a repetir fuese del mismo modo, una de sus amigas, con las que se había liado en alguna ocasión, comenzó a encontrarse mal a causa del alcohol, yo no había bebido y él me pidió si la podíamos llevar a dormir.

El se monto atrás con ella y yo iba delante sola, debo reconocer que no me sentó bien que me dejaran sola, pero debía entender que ella iba perjudicada y que en el fondo aunque el decía que no había nada entre ellos me había confesado que había estado varias veces con ella, miré por el retrovisor y vi como ella intentaba besarle pero él se apartó, concentré de nuevo mi vista en la carretera, de repente noté su mano jugar con mi pelo y mi cuello, levanté de nuevo la mirada, ella le besaba mientras él me acariciaba, me aparté pero el verle besarse con ella me creaba sensaciones que no lograba entender.

Paramos el coche y ellos se bajaron, hablaron unos momentos, ¿que estaba pasando? me había dado rabia, ¿me sentía celosa? Si era así porque sentía que estaba húmeda, ¿me excitaba verle con otra?, volvió al coche, le dije que podía quedarse si quería, cerró la puerta y se acercó, yo mantuve mi mirada desafiante, se acercó un pocó y a 10 centímetros de mi boca y mirándome a los ojos dijo ¿de verdad quieres que me vaya con ella? Mil pensamientos pasaron por mi cabeza, será hijo de puta ¿me esta poniendo a prueba? A mi me va a intimidar? Moría de ganas de besarle pero si lo hacía él ganaría, debía pensar rápido, ¿de verdad prefieres irte con ella? (Bien campeona, no sé como pero al final has conseguido pensar una respuesta), él no esperaba esa respuesta los ojos seguían fijos, yo estaba completamente excitaba temía que mi respiración me delatase, él estaba rígido, estaba convencido de que me tenía a sus pies, abrió la boca y se acercó para besarme, me aparté y me reí, serás cabrona dijo el riéndose, mi sonrisa dejo de ser retadora y él entendió lo que quería decir se acercó y me besó, un beso tierno, rico dulce que abrió la caja del deseo, el deseo que llevaba toda la noche escondido dejándose solo entrever, su lengua se enlazó con la mía, exploraba con desesperación mi boca, las respiraciones se agitaban, mi boca camino hasta su cuello mientras sus manos hacían lo propio con mis pechos, esas grandes manos jugaban con ellos por encima de la ropa, mientras mi lengua recorría su cuello y llegaban al lóbulo de su oreja, mis dientes jugaban con él, mi mano rozó levemente su paquete sobre el pantalón, como una caricia fortuita, su espalda se tensó, estaba preparado.

Me separé y le dije que sería mejor que fuésemos a otro sitio, asintió con la cabeza sacando del bolsillo unas llaves, nos dirigimos a casa de su hermano, nada mas abrir me puso contra la pared, estábamos muy calientes, la pasión se había apoderado de nosotros, mis pechos salieron por encima de mi escote, con una mano pellizcaba un pezón mientras el otro crecía en su boca, un gemido salió de mi boca, me agarró de la mano llevándome hasta el sillón, donde se sentó yo me arrodillé a su lado, desabroche su pantalón y tuve mi primer contacto con su pene, estaba erecto y su cabeza casi asomaba por encima de su bóxer, saqué mi lengua mientras le miraba y pase mi lengua por todo el tronco por encima del bóxer, suspiró y no pudo mantener su mirada, sus ojos se cerraron y su boca se abrió, lo tenía era mío, sabía que en ese momento podría hacer con él lo que quisiese.

Acarició mi cabeza, sabía perfectamente lo que me estaba pidiendo, pero él aun no había entendido que era yo quien mandaba, me levanté mordí su labio y le quite su camiseta, hice lo mismo con la mía, levanta el culo, le dije mientras retiraba la ropa que aún le quedaba, su pene salto apuntando al cielo, vaya el nene tenia razón con que era proporcional a su mano, miré provocativamente su pene y posteriormente le guiñé un ojo, no teníamos prisa y disfrutaríamos del momento, mi proposición hacerle sufrir y oírle pedirme que le diera placer.

Estaba ansioso, se notaba que suele ser él quien lleva la batuta, abrí sus piernas acerqué mi legua y le di un lengüetazo rápido, mmmm dije mientras sonreía, comenzaba el tormento…comencé a acariciar con mi boca sus ingles, las besaba, las mordía, mientras mis manos acariciaban sus testículos, jugaban con ellos, sentía como se iban llenando, mis manos dieron paso a mi boca mi lengua los recorría, recorría la piel que une ambos, esto hacía que su cuerpo creciese aún más, parecía que fuese a reventar, su mano volvió a mi nuca, con una sonrisa le mire y aparte su mano diciéndole no con el dedo, si vuelves a hacerlo me levanto, le dije, peque no seas cabrona no me hagas sufrir mis dijo.

Que habían oído mis oídos empezaba a suplicarme? el hombre del 8% empezaba a suplicarme, ya había ganado, le iba a dar lo que se merecía, mi mano agarró por primera vez su erecto pene, bajó el pellejo y apareció su cabeza rosada lubricada… mi lengua recorrió lentamente la corona de su glande, cuando tocó su frenillo sentí como temblaba, me daba la impresión de que este chico estaba demasiado acostumbrado a polvos rápidos. Mientras mi lengua seguía jugando llevé mi mano a mi vagina estaba empapada, él se dio cuenta y me pidió que siguiera desde el sofá, donde el tuviese acceso a mí.

Le hice caso, volvieron de nuevo los besos calientes, pasados unos minutos volví a mi tarea. Ya no le iba a hacer sufrir más, introduje su pene en mi boca, primero despacio para ir incrementando el ritmo poco a poco, él jugaba con mis labios mientras metía y sacaba un dedo y con el otro buscaba mi clítoris que para ese momento ya estaba bastante sensible, es increíble estás empapada me dijo, me acerqué a su oído y le dije será que tu me pones así.

Mi boca se apoderó de nuevo de su polla, estaba muy caliente, una de mis manos le masturbaba al mismo ritmo que mi boca mientras la otra acaricia sus testículos, mi ritmo cada vez era más rápido, su respiración se agitaba al mismo tiempo que incrementaba el ritmo de su mano cuyos dedos bailaban desesperadamente dentro de mi vagina.

Su respiración era entrecortada, me decía para peque, para súbete, yo no le hacía caso, para, aún no quiero terminar decía casi sin aliento, yo hacía caso omiso, mi mano seguía masturbándolo y mi boca hacía lo propio, para virgi no aguanto mucho más, pronunció las palabras mágicas mi excitación era tal que aún si cabe incrementé mi ritmo y absorbí la punta de su glande su cuerpo se tenso, sentí como su polla se hinchaba y comenzaba a descarga su leche caliente dentro de mi boca, tragué lo que en ella había y le miré.

No me lo puedo creer, estás loca pero eres una loca encantadora - y las carcajadas se sucedieron

Ponme una copa anda, y ponte otra para ti, tienes q recuperarte, aún queda mucha noche por delante.

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